«Crux Victrix» nuevo estreno de Rubén Jordán

El próximo viernes día 5 de octubre, en la basílica del Cristo de la Expiración de Sevilla (El Cachorro), tendrá lugar el estreno de la nueva marcha procesional compuesta por Rubén Jordán «Crux Victrix».

En palabras del autor:

El título de esta marcha surge de la certeza de que la cruz es el único signo de la victoria para un cristiano. Este es el núcleo de la fe salvadora en san Pablo, que alude a la cruz como escándalo para los judíos y como necedad para los griegos (1Cor 1,18-23).

Este es el mensaje que a mí siempre me ha transmitido la Virgen de la Victoria y en el que he buscado la inspiración para esta nueva composición, ya que la serenidad luminosa de su rostro y el sosiego contenido de sus ojos son la mejor expresión plástica que conozco del convencimiento de que toda la fe cristiana reposa en el amor misericordioso manifestado por Cristo en la cruz.

He intentado trasladar esta experiencia visual a la música y, con ello, convertir el júbilo de una coronación canónica en el mensaje perdurable de que nuestra Victoria radica en la gracia de que Dios nos ama y en la alegría de que nos salva gratuitamente por la sangre derramada de su Hijo.

Si se me permite decirlo así, afirmaría que he querido envolver el aire de Sevilla con una música que recuerde la hondura teológica de la mirada de la dolorosa de la Victoria. Por ello, no es un exceso afirmar que he pretendido representar musicalmente la alegría de que la cruz nos hace a todos partícipes de la gracia de la redención. Esa es la Victoria cristiana; esa es la cruz victoriosa que los judíos tildaban de escándalo, porque no podían concebir un Mesías glorificado en una cruz, y que los griegos calificaban de necedad, porque no podían aceptar la realidad de la resurrección (Hch 17,32).

Partiendo, pues, de la concepción paulina de la cruz, recordé aquella visión atribuida al emperador Constantino cuando se disponía a combatir a Majencio el 12 de octubre del 312 en la conocida batalla del Puente Milvio. La tradición relata que, justo antes de la batalla, el emperador contempló en el cielo un crismón. Más tarde, en un sueño, se le revelaría el significado de la visión con la leyenda In hoc signo vinces, es decir, vencerás con este símbolo. Ese símbolo o signo era la cruz, la cruz victoriosa o la cruz de la Victoria –crux victrix— que nos recuerda a todos que la vida es una constante campaña de la que sólo salimos triunfantes confiados en la cruz, abrazados a la cruz y afirmados en la cruz.
Resumiendo lo dicho, he querido rememorar con sonidos la esencia de la fe cristiana, lo mismo que la Virgen de la Victoria lo recuerda escultóricamente y, todo ello, aludiendo a la leyenda de Constantino que, más allá de lo mítico e incluso de lo bélico, asienta en el corazón del creyente el pensamiento de que no hay victoria sin cruz, ni aceptación de la cruz que no acabe en victoria.

Yo no puedo imaginar una alegría mayor, porque el don de la cruz concluye en la contemplación de Dios, que es la coronación de la vida de todo cristiano. La Virgen, ya coronada y asunta al cielo, nos antecede en esa dicha. Por ello, el acto simbólico de coronar su imagen debe impregnar la conciencia del cristiano para aguzar su sentido de fidelidad a la cruz. Esa es la coronación de la Victoria que brota de una marcha compuesta desde el corazón y desde el compromiso con la fe.

El estreno correrá a cargo de la Banda de Música «Las Cigarreras» dirigida por su director titular José Manuel Toscano.